Conversaciones con finales felices: tres casos reales (Parte 3)

picasion.com_8fe1bc0b81215186e098c3d38fc29ab1CASO 3: Cuando las conversaciones acercan a empresa y gremio.

Durante varios meses estuvimos trabajando en una empresa del sector metalmecánico de la provincia de San Juan (Argentina). Una organización con muchos años, prestigio y trayectoria ganados tanto a nivel provincial como nacional.

Nuestra labor comenzó, como habitualmente hacemos, con un diagnóstico de comunicación interna para luego dar lugar a la puesta en marcha de acciones concretas en función de los emergentes claves del relevamiento y los temas prioritarios para la empresa.

Un asunto que resultaba importante y al mismo tiempo sumamente complejo para la conducción de esta organización, además de ser destacado como crítico en la etapa de diagnóstico, era el de la relación entre la empresa y los representantes de los trabajadores (delegados gremiales).

Por este motivo, una de las iniciativas del plan consistió en definir un espacio formal de conversación, de carácter mensual, del cual participarían la responsable de Recursos Humanos de la empresa, oportunamente alguna otra autoridad, y los delegados.

El espacio se mantuvo a lo largo de todo un semestre. Esta instancia de diálogo tenía un claro objetivo inicial que era el de explicitar intereses y acordar una agenda de temas comunes y prioritarios para ambas partes, de forma tal que pudiera comenzarse a dar solución de manera progresiva a temas que preocupaban a los trabajadores y, sobre todo, a aquellos asuntos que fueron históricamente complejos (tales como: higiene y seguridad en el trabajo, categorizaciones, licencias, etc.).

Al mismo tiempo, este espacio de encuentro permanente entre empresa y los representantes de los trabajadores tenía un propósito implícito que era el de acercar las partes, fortalecer el diálogo y recuperar la confianza, elemento clave para la construcción de relaciones positivas que posibilitarán trabajar de manera colaborativa y con foco en cuestiones concretas.

La reunión mensual con delegados hoy es una instancia reconocida, sistemática y formal de comunicación interna gestionada desde el área de Recursos Humanos de la empresa. Cuenta con un formato definido, día y horario fijos, agenda de temas y asistentes, minuta con compromisos acordados. No solo se mantiene activa, sino que además se ha consolidado como un ámbito de interlocución continua y permanente entre las partes, facilitando la búsqueda e implementación de soluciones conjuntas a diversas problemáticas diarias y otras que durante años aquejaron a los trabajadores.

En los casos presentados en estas tres últimas entradas del blog, la clave siempre estuvo en entablar conversaciones con propósito orientadas a la búsqueda de soluciones. Conversaciones que necesitaron de soporte comunicacional, de formalidad, de sistematicidad y de objetivos concretos.

Actualmente, procuramos que la gestión de la Comunicación Interna no abandone su función informativa, pero sí que sume cada vez más, tomando en cuenta los tres casos descriptos, iniciativas para acercar su impronta y sumarse a los espacios en donde se mantienen las conversaciones que impulsan al negocio; acciones cuyos esfuerzos estén orientados a facilitar y estimular espacios comunicacionales entre las áreas de trabajo para acercar, agilizar y coordinar tareas; canales que ayuden a construir instancias de intercambio y participación en todos los niveles de la empresa. Es decir, orientar los esfuerzos para conseguir una infraestructura para el diálogo de calidad que sea beneficiosa para todo el conjunto de la organización.

Y como siempre decimos: Las organizaciones son una red dinámica de conversaciones. Y esas conversaciones pueden crear valor y nuevas posibilidades para su futuro y el de su gente.

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¡Hasta el próximo post!

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